miércoles, 4 de diciembre de 2013

Nominada a los Liebster Awards :)

Os explico un poco de que va lo de Liebster Awards. Se trata de nominar a 11 blogs para darlos a conocer. Tienes que responder a 11 preguntas que el blog que te ha nominado te hace y tu realizar 11 nuevas preguntas para los blogs que tu nominas. Por último tienes que seguir al blog y darle las gracias por haberte nominado. De esta manera sera más conocida la página y lo que haya dentro de esta y es una forma de valorar el trabajo que haces, porque al ver que estas nominada es como que... te sube el animo y las ganas de seguir escribiendo. 

Bueno, lo primero quiero agradecer a http://comiendotelasonrisabesos.blogspot.com.es/ por fijarse en mi blog y nominarme a los Liebster Awards. También quiero agradecer a mis amigas Patri y Vane por apoyarme en todo lo que hago y ayudarme a seguir adelante. 

Bueno, los blogs que yo nomino son:

http://smilerdealvaro.blogspot.com.es/
http://7058-1900-66masquenumeros.blogspot.com.es/
http://elblogdecenicientta.blogspot.com.es/
http://locaporauryn98.blogspot.com.es/
http://www.wattpad.com/28794538-un-nuevo-comienzo-capitulo-1
http://princesitaauryner.blogspot.com.es/
http://causethiscouldbemylastnightonearth.blogspot.com.es/
http://mislocashistoriasdeamor.blogspot.com.es/
http://ingnorandoalamor-auryn.blogspot.com.es/
http://alice224.wordpress.com/cuentos-fantasia-suenos/
http://yurena-historiadolescente.blogspot.com.es/


Preguntas que tengo que responder: 

1- ¿Pediste ayuda a alguien para empezar a escribir?
La verdad es que no... me gusta escribir desde que tengo uso de razón. Las palabras siempre han sido la manera de expresarme. Cuando me siento mal, prefiero plasmarlo sobre una hoja en blanco en vez de desvelar mis sentimientos.

2-¿Qué pensaste al ver entre tus comentarios que estabas nominada?
Bueno, pues lo primero que se me pasó por la cabeza fue que por fin mi esfuerzo había merecido la pena y que había alguien que valoraba mi trabajo.

3- Cuando empezaste escribiendo ¿tuviste algún miedo por si no salia adelante?
Por supuesto que sí, pero bueno, como ya he dicho mis amigas Patri y Vane me apoyaron desde el principio.

4- Tres palabras que les dirias a tus lectores/as
Gracias por leer lo que escribo, que se animen a escribir y que nunca tengan miedo de que les salga mal porque de los errores se aprende.

5- ¿Cómo agradecerías las visitas a tu blog?
Pues la verdad es que no lo sé, pero supongo que haciendo capítulos especiales para aquéllos que me lo pidieran.

6- ¿Te costó empezar a escribir?
Como ya he dicho, llevo escribiendo desde hace muchísimo tiempo pero, hasta hace poco no me había planteado publicar lo que escribía en un blog. Yo creo que a mí no me costó empezar a escribir, pero sí que me cuesta idear una historia.

7- ¿Algún sueño que quieras cumplir? ¿Cuál?
Pues mi sueño siempre ha sido poder publicar una verdadera novela. Algo original y con gancho.

8- ¿Cuándo y cómo conociste a Auryn? o ¿empezaste a saber de ellos?
Los conocí por las galas de Destino Eurovisión y desde ahí busqué información sobre ellos y tal :)

9- Si pudieras ser una persona por un día ¿quién serías?
Yo creo que cada uno es como es y no tenemos que intentar parecernos a nadie. En mi opinión debemos ser siempre nosotros.

10- ¿Alguna meta por conseguir?
Publicar una novela y que guste a la gente.

11- ¿A qué famoso/a, cantante... te gustaría conocer?
       A Jennifer Lawrence porque es para mí, uno de mis modelos a seguir desde que pronunció estas palabras: http://www.cuantarazon.com/crs/2013/03/CR_809846_jennifer_lawrence.jpg


Preguntas que hago yo:

1- ¿Cómo empezaste a escribir?
2- ¿Cuándo decidiste publicar tus novelas en internet?
3- ¿Cómo te inspiras para escribir?
4- ¿Un sueño por cumplir?
5- ¿Alguien a quien quieras conocer?
6- ¿Quién es el escritor o escritora que más te gusta?
7- ¿Cuándo empezaste a escribir?
8- ¿Qué libros podrías leer una y otra vez?
9- ¿Qué piensas al ver que a la gente le gusta lo que escribes?
10- ¿Qué te gustaría ser en un futuro?
11- ¿A quién te gustaría conocer?

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Capítulo 15 ~ Ésta princesa sí llora

Blas y yo habíamos decidido poner una película. Él había insistido en ver “Titanic” y a mí me encantaba. Preparamos unas palomitas y nos sentamos en el sofá. Cuando en la pantalla aparecieron las palabras: “The end” las lágrimas recorrían mis mejillas.

Blas: ¿No dijiste que te gustaba esta película?
Yo: Y me encanta, pero no puedo evitar llorar cuando la veo.

Apagué la televisión.

Yo: Voy a encender la luz.

Blas me cogió del brazo, buscó mi cara con las manos y me secó las lágrimas.

Blas: Las princesas no lloran.
Yo: Pero yo no soy una princesa.
Blas: Sí que lo eres.
Yo: Pues habrá que cambiar la frase, porque esta princesa sí que llora.
Blas: Pues secaré tus lágrimas.
Yo: Te quiero.

Blas me acercó a él y me besó. <<Bip bip>>.

Yo: Un whatsapp.

Cogió el teléfono y leyó el whatsapp en voz alta:

Blas: Chicos, ¿salís a cenar con nosotros?
Yo: ¿Quién lo ha dicho?
Blas: David.
Yo: ¿Salimos?
Blas: Vale, ¿les digo que a las 21.00 en la McDonald’s?
Yo: Genial.

Lo puso por el grupo. Todos dijeron que sí, excepto Patri y mi hermano.

Blas: ¿Se lo decimos  a Carlos y a Patri?

Justo en ese instante Carlos y Patri abrieron la puerta.

Carlos: ¡Hola!
Blas: Hola chicos, hemos quedado a las 21.00 en el McDonald’s.
Patri: ¿Y qué hora es?
Yo: Pues son las… ¡20.30! ¡Mierda, que no me da tiempo a prepararme!
Patri: María, ¿por qué lloras?
Yo: ¡Jack se ha muerto!
Patri: ¿Qué Jack?
Blas: Es que hemos visto “Titanic”. Jajaja.
Patri: ¿Cómo elegís esa película?
Blas: Dijo que le encantaba. Jajaja.
Yo: Bueno, me voy a prepararme.
Blas: Vale, yo tendré que pasar por casa a por algo de ropa.
Carlos: Venga que te la dejo yo, que no tenemos tiempo.

Nunca me había arreglado para salir en tan poco tiempo. Eran las 20.45 y ya estaba preparada para salir por la puerta. Me miré en el espejo. Éste me devolvió la imagen de una chica con un vestido negro de palabra de honor, zapatos de tacón y pelo recogido en una coleta de la que caían dos mechones de pelo oscuro a ambos lados de la cara.

Blas: Estás preciosa.

Miré al espejo. Estaba justo detrás de mí. Carlos le había prestado unos pantalones vaqueros negros y una camiseta blanca de manga corta.

Yo: Gracias, pero tú tampoco te quedas atrás.

Me besó. Carlos tosió disimuladamente detrás de nosotros.

Carlos: Llegamos tarde parejita.
Yo: ¡Vamos!


Cogí a Blas de la mano. Mientras Patri me susurraba al oído: “Tenemos que hablar”. 

jueves, 14 de noviembre de 2013

Capítulo 14 ~ Un lugar de película.

Eran las cuatro y media de la tarde. Habían quedado a las cinco. Patri estaba hablando conmigo por whatsapp cuando se dio cuenta de la hora. Todavía no había empezado a arreglarse.
<< ¡Mierda!>> pensó Patri.
Se levantó corriendo, se despidió de mi la manera habitual: “Yo querer tu Lala!”. Tiró el móvil en el sofá y se fue a toda prisa a su habitación. Ya tenía pensado qué iba a ponerse. Era un vestido azul turquesa por encima de la rodilla y de un solo tirante. A Carlos le encantaba aquella prenda. Bueno, realmente a Carlos le encantaba cualquier cosa que llevara puesta la chica. En definitiva, a Carlos le encantaba Patri.
Eran las cinco menos cinco. Llamaron al telefonillo:

Patri: ¿Sí?
Carlos: ¿Vive aquí una princesa?
Patri: No, creo que se ha equivocado.
Carlos: ¡Es verdad! Aquí vive una reina.
Patri: Anda tonto, ya bajo.

La chica cogió su bolso. Sacó las llaves y tiró de la puerta para cerrarla. Pulsó el botón del ascensor pero, como tardaba demasiado, decidió bajar por las escaleras. Cuando llegó abajo vio que Carlos la esperaba en la puerta.

Carlos: Buenas tardes mi niña.
Patri: ¡Buenas! ¿Adónde me llevas?
Carlos: Pues a un sitio muy bonito.

Subieron en el coche. Tardaron 10 minutos. Cuando Carlos paró, Patri salió del vehículo y se encontró ante un paisaje precioso. Una enorme pradera se extendía ante ellos. Se podían distinguir varios árboles al fondo y los pájaros cantaban sin cesar.  No había nadie más, sólo ellos. Además sus teléfonos móviles no les molestarían. Aquel era un sitio donde se respiraba tranquilidad.

Patri: ¡Wow! Parece sacado de una película.
Carlos: Y lo mejor es que es sólo para nosotros. Nadie nos va a molestar.
Patri: Te quiero demasiado, ¿lo sabías?
Carlos: No más de lo que yo te quiero a ti. Patri… hace mucho tiempo que nos conocemos… y, bueno, había pensado en dar un paso más, sólo si tú quieres, claro.

Patri entrelazó sus manos alrededor del cuello de Carlos y con un beso dulce contestó a su proposición. 

lunes, 11 de noviembre de 2013

Capítulo 13 ~ Por teléfono

*Conversación telefónica*

Patri: Hola cielo.
Carlos: Hola reina.
Patri: ¿Ya has llegado a casa?
Carlos: Sí y, ¿a qué no sabes qué?
Patri: Cuenta, cuenta.
Carlos: Creo que mi hermana y Blas están juntos.
Patri: ¿En serio?
Carlos: Sí. Jajaja. Cuando he entrado a casa estaban en la cocina…
Patri: jajajaja. Vamos que menos mal que no has llegado cinco minutos más tarde, ¿no?
Carlos: ¡Ya ves! ¡A saber qué hubiera pasado!
Patri: Vaya dos. Eso sí que ha sido amor a primera vista.
Carlos: Bueno, vamos a dejar el tema Jajaja. ¿Tienes planes para esta tarde?
Patri: No, ¿por?
Carlos: Pues no los hagas porque vamos a pasar la tarde juntos, si quieres, claro.
Patri: Pues no quiero pasar la tarde contigo.
Carlos: ¿Por qué? Bueno, es igual, ya quedaremos otro día…
Patri: ¿Eres tonto? ¡Pues claro que quiero pasar la tarde contigo!
Carlos: Me habías asustado, mala persona. Jajaja
Patri: Pero me quieres.
Carlos: Y tú a mí.
Patri: ¿Yo? Yo no te quiero. Yo te amo.
Carlos: Nos vemos luego princesa que no me fío de esos dos.
Patri: Hasta luego cielo.
Carlos: Te echaré de menos. Te amo.


Colgaron el teléfono. Esa tarde iba a ser de lo más variada. Sus vidas iban a dar un giro de 360 grados. Algo que les cambiaría para siempre estaba a punto de ocurrir. 

Capítulo 12 ~ El desayuno

El sol se abrió paso entre las rendijas de la persiana de la habitación. Blas se había despertado hacía unos minutos. Abrí los ojos.

Blas: Bueno días princesa.

Me reí.

Blas: ¿Qué tal has dormido?
Yo: Genial, ¿y tú?
Blas: ¿A tu lado? Perfectamente.

Le abracé y apoyé la cabeza en su regazo. Me acarició el pelo.

Yo: Voy a preparar el desayuno.
Blas: Venga que te ayudo. No vaya a ser que vuelvas a tirar algo.
Yo: ja ja ja ¡Qué gracioso!

Blas se levantó de la cama y me cogió de las manos para levantarme. Me acerqué a ver si Alba y Dani se habían despertado. No, seguían durmiendo. Dani abrazaba a Alba como si fuesen una pareja desde hacía tiempo, pero se acababan de conocer. Fui hacia la cocina donde Blas estaba esperándome.

Yo: ¿Qué quieres desayunar?
Blas: Colacao, ¿y tú?
Yo: Otro colacao Jajaja.

Saqué los vasos, pero no me dio tiempo a ponerlos en la mesa porque, según me di la vuelta, me encontré cara a cara con él. Nos miramos a los ojos.

Blas: Nunca había visto a nadie que fuese tan guapa recién levantada.
Yo: Yo nunca había conocido a nadie tan especial como tú.
Blas: Te quiero.

No me dio tiempo a responder porque Blas se acercó a mí y me besó. Dejé los vasos sobre la mesa y le rodeé el cuello con los brazos. De pronto, sonaron unas llaves al otro lado de la puerta.

Carlos: ¡María, ya estoy en casa! Siento no haberte avisado, pero al final me quedé a dormir en casa de Patri.

Carlos entró en la cocina y al ver a Blas allí dijo:

Carlos: Vale… ya veo que estáis a lo vuestro. Mejor me voy Jajaja.
Yo: Carlos, que no molestas.
Blas: Sólo estábamos preparando el desayuno.
Carlos: Yo diría que estabais desayunando Jajaja.

Me puse roja como un tomate. Blas me agarró por la cintura. Empezó a sonar “Unconditionally”, la nueva canción de Katy Perry. Era el móvil de Carlos.

Carlos: Me voy que mi reina me necesita. Seguid con lo vuestro pero no os paséis. Jajaja.
Yo: Carlos, eres muy tonto.


Cuando Carlos salió de la cocina, Blas me volvió a besar.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Capítulo 11 ~ De camino a casa (parte 3)

Carlos y Patri habían hecho las paces y habían decidido darse una segunda oportunidad. Él cogió la mano de Patri, como había hecho siempre.

Patri: Te quiero.
Carlos: Y yo más.
Patri: Nunca he dejado de quererte.
Carlos: Nunca dejaré de quererte.

Patri no sabía qué contestar. Era lo más bonito que Carlos le había dicho desde que se conocían. Se paró en seco.

Carlos: ¿Qué te pasa?
Patri: Nada… que te quiero demasiado.
Carlos: ¿Sabes qué?
Patri: ¿Qué?
Carlos: Que contigo estoy viviendo un sueño.
Patri: Pues yo no quiero que nos despertemos.
Carlos: Ni yo princesa.


Sus caras estaban cada vez más cerca. Se acercaron más. Y más. Hasta que ya no había separación entre ellos. Sus labios se unieron en un beso que ambos recordarían siempre. Habían estado saliendo juntos durante dos años, pero siempre habían sido dos personas distintas. Ahora eran uno. Ese beso fue el más especial de su vida. A partir de ese beso las cosas cambiaron mucho entre los dos. Pero… siempre se ha dicho que las segundas partes nunca fueron buenas… 

jueves, 7 de noviembre de 2013

Capítulo 10 ~ De camino a casa (parte 2)

Coraima caminaba con la cabeza gacha. A su lado, David, la miraba de reojo de vez en cuando.

David: ¿Te pasa algo, nena?
Coraima: Bueno… no es nada…
David: Desahógate.

Coraima levantó la cabeza. Miró a David. Primero a los ojos, después su mirada se dirigió a los labios de éste. Finalmente decidió que lo mejor era contarle a alguien lo que le pasaba, y parecía que David estaba muy dispuesto a escucharla.

Coraima: Pues verás, hace unos días que lo dejé con mi novio…
David: Vaya… lo siento mucho, ¿y qué pasó?
Coraima: Pues que era un cabrón.
David: ¿Y eso?
Coraima: Él se llama Sergio. Éramos felices, yo le quería un montón y él simplemente, se dejaba querer. Pero el otro día le pillé en la puerta de su casa, cuando iba a darle una sorpresa, besándose con otra chica. Se me cayeron las bolsas que llevaba en la mano y me quedé allí plantada. No sabía cómo reaccionar. Las piernas no me funcionaban. Mi corazón quería que saliera corriendo de allí, pero mi cerebro exigía una explicación a aquello. Así que hice caso a mi cabeza y me quedé allí. Sergio me vio y se acercó diciendo que no era lo que parecía. Pero ¿qué otra explicación había para ese beso? Me abrazó y me dijo que recogiera las bolsas del suelo. Me preguntó qué le había llevado a lo que le respondí con lágrimas en los ojos: “Todo esto, es para ti, puedes quedártelo, pero a mí no me vuelvas a llamar ni a hablar en tu puta vida.” Y me fui corriendo de allí.

David escuchó con atención toda la historia de Coraima.

David: ¿Y dónde dices que vive? Porque estoy por ir a decirle un par de cositas.
Coraima: David, eres el único que sabe la historia completa. Por favor no se lo digas a las chicas.
David: No voy a contar nada, princesa. Pero mis labios no están sellados.
Coraima: ¿Qué quieres de…?

Coraima no pudo terminar la frase porque David la agarró por la cintura y la besó dulcemente en los labios. Fue un beso de unos pocos segundos, pero para ambos, fueron los segundos más esperados de toda la noche.

David: Ahora sí que están sellados.

La chica estaba roja como un tomate. No sabía que decir, y no hizo falta decir nada, porque con ese beso, David lo había dicho todo.

David: Yo prometo que nunca tendré ojos para otra.
Coraima: ¿A qué te refieres?

David: A que, si tú quieres, me gustaría empezar una bonita historia contigo. ¿Qué me dices? 

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Capítulo 9 ~ De camino a casa (parte 1)

Álvaro: ¿Te acompaño a casa?
Vane: No hace falta, si vivo aquí al lado.
Álvaro: Venga, va, que sí, te acompaño que es muy tarde.
Vane: Bueno, vale. Jajaja

Caminaban uno al lado del otro. Habían estado hablando durante toda la fiesta de cumpleaños pero, ahora, ninguno sabía qué decir. Finalmente fue Vane la que rompió el hielo:

Vane: ¿Qué te cuentas?
Álvaro: Pues nada… que tengo sueño.
Vane: Yo también. Bueno, ya hemos llegado.

Era un chalet decorado con un montón de flores. En la puerta había un cartel en el que ponía:

“Si entras, de aquí no sales.”

Vane buscó las llaves en el bolso.

Vane: ¡Mierda!
Álvaro: ¿Qué pasa?
Vane: Me he dejado las llaves…
Álvaro: ¿Y no hay nadie en tu casa?
Vane: Álvaro… son las cuatro de la mañana… no voy a llamar al timbre a estas horas…

Alguien entreabrió la cortina de una de las ventanas. Parecía una niña pequeña. Volvió a correr la cortina. Al momento abrió la puerta.

Hermana: Hola Vane, ¿quién es ese?
Vane: Es… un amigo.
Álvaro: Hola peque.

La niña se quedó mirando a Álvaro fijamente. Examinándolo de arriba abajo.

Álvaro: ¿Has hecho tú este cartel?
Hermana: Sí, ¿por?
Álvaro: Es muy chulo. Jajaja.
Hermana: Gracias. Vane, me cae bien este chico. ¿Cómo te llamas?
Álvaro: Me llamo Álvaro.
Vane: Bueno enana, vete a dormir que es muy tarde.

La pequeña se fue dando saltitos hacia dentro de la casa.

Vane: Bueno, Álvaro, hasta otra.
Álvaro: ¿Hasta otra? Espero que sea pronto.
Vane: Y yo.


Vane sujetaba la puerta con el pie e iba a girarse para entrar en casa cuando, de pronto, sintió que una mano agarraba la suya suavemente. Se giró. Y al torcer la cabeza sintió cómo los labios de Álvaro presionaban los suyos en un beso apasionado pero a la vez, inolvidable. Ninguno de los dos sabía lo que ese beso significaría en sus vidas a partir de ese momento.

martes, 5 de noviembre de 2013

Capítulo 8 ~ Hora de dormir

Volvimos a entrar en casa y llamaron a la puerta.

Carlos: ¡María! ¡Son Alba y Elena!
Yo: ¿Y? ¡Que pasen! jajaja.

Entraron. Me habían avisado de que o llegarían más tarde o no podrían venir. Me levanté y las abracé.

Alba: ¡Hola a todos! Aunque a la mitad no os conozco.
Elena: Yo conozco a las chicas, a Carlos y a María jajaja.
Alba: Bueno, María. ¡Muchísimas felicidades!
Elena: ¡Eso! ¡Felicidades!
Alba: Toma mi regalo. Espero que te guste Bichito.

Lo abrí y...

Yo: ¡ES UN MINION!

Nos reímos. Abracé a Alba y le di las gracias.

Elena: Ahora me toca a mí. Toma.
Yo: ¡Guau! ¡Me encanta! ¡Muchísimas gracias Pollo!

Era un vestido de fiesta negro de palabra de honor.

Yo: Me hace juego con los pendientes. ¡Jajaja!

Sobre las 4:00 de la madrugada todos se fueron a sus casa. Sólo quedábamos Alba, Dani, Blas y yo. Carlos había ido a acompañar a Patri.

Yo: Bueno, yo creo que me voy a ir a dormir.
Alba: ¿Tan pronto? ¡Pero si sólo son las cuatro!
Yo: Es que sino mañana no habrá quien me levante.
Alba: Por él seguro que te levantas jajaja.
Dani: Venga va, vámonos que es tarde.
Yo: No, ¡pero quedaos a dormir!
Alba: ¡Vale!
Blas: ¿Y cómo dormimos?
Yo: Tengo dos camas y la de Carlos, aunque supongo que él vendrá a dormir.
Dani: A ver, pues Blas, tú duermes con María y yo con Alba.
Blas: Por mí vale.
Yo: Y por mí.

Alba miró a Dani. Se acababan de conocer, pero parecía que el muchacho era muy lanzado y a la vez muy dulce.

Alba: Creía que a ti te gustaba Aida.
Dani: ¿La rubia? ¡Qué va! A mí me van las morenas.
Alba: Pero sólo dormir, ¡eh!
Dani: ¡Claro que sí princesa!
Alba: ¡Venga va!

Dani se quedó mirando a Alba. Alba le miró a él e instintivamente ambos apartaron la mirada el uno del otro.
Preparé las camas y mientras poníamos las sábanas pregunté:

Yo: ¿Sabéis algo de Vane, Álvaro, David, Carlos, Cora y Patri?



sábado, 26 de octubre de 2013

Capítulo 7 ~ Unos regalos más que perfectos

Me senté en una de las sillas. Todos estaban a mi alrededor, expectantes por ver la cara que ponía al abrir y ver cada regalo. La primera que me dio la sorpresa fue Patri.

Patri: ¡Primero el nuestro! Estos regalos es de Vane, Aida, Cora y mío.

Lo cogí y lo abrí. No me lo creía. Eran dos entradas para la premiere de una de las películas que más ilusión me hacía ir a ver. En Lllamas. La segunda parte de Los Juegos del Hambre. No pude evitar llorar.

Yo: ¡Muchísimas gracias chicas! ¡No sabéis la ilusión que me hace ir! ¡Sois las mejores!
Patri: ¿Con quién vas a ir?
Yo: Creo que ya sé con quién…
Patri: jajajaja

Me sequé las lágrimas. Estaba muy emocionada. Eso sí que no me lo esperaba.

Carlos: ¡Me toca!

Carlos me dio una cajita envuelta en papel de Bob Esponja. La abrí con cuidado.

Yo: ¿En serio Carlos?

Dentro de la caja había un papelito en el que ponía: “Instrucciones”.

Carlos: Tienes que buscar tu regalo. ¡Jajajaja!
Vane: ¡Qué divertido!

Abrí el papel:

1. Ve hacia la puerta del salón.
2. Camina 5 pasos hacia la derecha.
3. Sube 3 escalones.
4. Mira a tu izquierda.

Hice todo lo que ponía en las instrucciones. Los demás me miraban divertidos. Cuando llegué al tercer escalón y miré a mi izquierda lo vi. Eran unas llaves.

Yo: ¿Unas llaves?
Aida: ¿De qué son las llaves?
Yo: Pues no lo sé… no lo pone.

Carlos cogió las llaves.

Carlos: ¡Mierda, se me ha olvidado uno de los papeles!
Yo: ¿Qué papel? ¿Qué ponía?

Carlos miró en los bolsillos de su pantalón.

Carlos: ¡Aquí está!
Yo: Trae, ¿qué pone?
Carlos: Léelo tú misma.

Lo leí en voz alta: Sal a la calle y eso que tiene un lazo enorme es para ti. Sácate el carné pronto.
Instintivamente cogí a Blas de la mano y salí corriendo a la calle. Grité y abracé a mi hermano con todas mis fuerzas.

Yo: ¡Una moto! ¡Muchas gracias Carlos! ¡Muchísimas gracias a todos! ¡Sois los mejores!
Carlos: Hermanita, que la moto es de todos los chicos.
Yo: Gracias. Gracias. Gracias. Gracias. Dani, David, Álvaro, Blas, Carlos, ¡sois geniales! ¡Os quiero muchísimos a todos!

Todos rieron. Estábamos en medio de la calle. Yo llorando de emoción. Ellos riendo. Abracé a Blas y esta vez fue él quien unió sus labios con los míos.

jueves, 24 de octubre de 2013

Capítulo 6 ~ Un cuento de hadas

La gente fue llegando y al final el plan de Carlos de ver una peli con sus amigos fue sustituido por celebrar todos juntos mi cumpleaños. Cada uno estaba a lo suyo. Dani no se separaba de Aida y a ella no parecía molestarle. Vane empezó a charlar con Álvaro y rápido se hicieron amigos. Coraima parecía haberse olvidado de Sergio, ahora había conocido a David y éste chico sí que parecía simpático, comprensivo, alegre… Mi hermano y Patri se habían sentado en el sillón y charlaban animadamente, cualquiera diría que hasta hace escasas horas se ignoraban completamente. Y yo, bueno… yo me había dedicado a servir a todo el mundo la bebida, la comida y esas cosas, pero no lo había tenido que hacer sola, Blas me ayudó en todo momento.

Patri: María, ¿nos puedes traer otras dos Coca Colas?
Yo: ¡Claro!

Fui a la cocina. Allí estaba Blas, preparando otro plato de bocadillos para llevarlo al salón. Saqué dos Coca Colas del frigorífico, pero como antes las habíamos metido en el congelador, se me cayó una y se rompió. Todo el suelo estaba mojado de Coca Cola. Carlos quiso entrar en la cocina, pero yo se lo impedí poniendo el pie en la puerta para que no pudiese abrirla.
Blas se quedó mirando y empezó a reírse. Dicen que la risa es contagiosa, yo lo comprobé porque también me empecé a reír de mi torpeza.

Blas: Anda, vamos a limpiar este estropicio.
Yo: Si, antes de que entre alguien y se empape.
Blas: Si es que… ¡no se puede estar en todo!

Cogí la fregona y limpié el suelo. Menos mal que no se había salido mucho. Blas se me quedó mirando hasta que dije:

Yo: ¿Me ayudas?
Blas: Claro, ¿qué hago?
Yo: Coge un trozo de papel de ahí, ¡por fis!

Cogió el papel y limpió el mueble en el que había salpicado la bebida. Cuando acabó tiró el papel a la basura. Me quitó la fregona y terminó de limpiar todo.

Yo: Gracias por todo, Blas.
Blas: No las des. Las princesas no deben ensuciarse las manos.

Me puse colorada y en voz baja dije, pensando que él no me oía:

Yo: Ya… pero toda princesa necesita un príncipe.
Blas: Yo creo que ya he encontrado a mi princesa.
Yo: Qué suer…

No pude terminar la palabra. Blas se acercó a mí. Me besó.

Blas: ¿Quieres que sea el príncipe que no deje que te ensucies las manos?

No me dio tiempo a responder. Carlos entró en la cocina en busca de las dos Coca Colas que no les había llevado.

Coraima: ¡Uy! ¿Interrumpo? Sólo venía a por un par de nesteas.
Yo: No te preocupes Cora. Toma, aquí tienes.
Carlos: ¡Hola! Vengo a por la tarta, vamos hermanita. ¡Que ya va siendo hora de que te declares oficialmente mayor de edad!

Salieron de la cocina. Blas y yo volvíamos a estar solos. Me acerqué a él y… le besé.

Blas: ¿Eso es un sí?
Yo: ¡Vamos, que tengo que soplar las velas!

Le cogí de la mano y volvimos al salón. Carlos se había subido en una de las sillas y gritaba:

Carlos: ¡Chicos! ¡Patri y yo, volvemos a hablarnos! ¡Hemos arreglado lo nuestro!

Soplé las velas. No necesitaba pedir ningún deseo. Tenía mi propio cuento de hadas, un príncipe azul y unos amigos cuyo corazón no les cabía en el pecho. Había sido el mejor cumpleaños de mi vida.


Patri: ¡Los regalos! 

Capítulo 5 ~ Un regalo inesperado

Carlos me ayudó a preparar todo para organizar mi cumpleaños. Estábamos terminando de llevar las cosas a la mesa cuando llamaron a la puerta.

Yo: ¡Voy yo!

Abrí la puerta. Sorpresa. ¡No eran mis amigas! Me reí.

Yo: Pasa, pasa ¡Carlos! ¡Es para ti!

Blas pasó al salón.

Blas: Hoy es tu cumpleaños, ¿verdad?
María: ¡Sí! ¡Jajaja! ¿Cómo te has acordado?
Blas: Bueno… hay ciertas cosas que no olvido.
Carlos: ¡Eh! ¡Con mi hermanita menos!
María: Carlos…
Blas: Te he traído un pequeño regalo. ¡Felicidades!
María: No tenías por qué. Muchas gracias.

Me acerqué a él y le di dos besos. Abrí el regalo. ¡¿PEQUEÑO?! Eran unos pendientes de plata preciosos. Me quedé con la boca abierta. Llevaba varias semanas viendo esos pendientes en el escaparate de la joyería, pero no se lo había dicho a nadie, bueno excepto a…

Yo: ¿Carlos? Tú has tenido algo que ver en esto, ¿verdad?
Carlos: ¿Yo? ¿Por qué iba yo a tener algo que ver? ¡Sólo era el único que sabía que querías esos pendientes!

Me reí. Miré hacia abajo. No sabía cómo darle las gracias a Blas por el regalo. Realmente no me lo esperaba. Finalmente, me acerqué y le di dos besos, seguidos de un: Muchísimas gracias.
No nos dio tiempo a hablar más porque en ese instante llamaron otra vez al timbre.

Carlos: ¡Voy yo!
Yo: Bueno Blas, siéntate. ¿Qué quieres beber?
Blas: ¿Hay nestea?
Yo: ¡Claro!

Le di un vaso vacío y un rotulador para que pusiera su nombre y mientras fui a por la botella de nestea. Cuando volví, vi que ya lo había escrito. “Blas :)”.

Yo: Qué letra más bonita.
Blas: Gracias.

Carlos entró en el salón con más invitados. Eran Aida, Vane y uno de los amigos de mi hermano.

Yo: ¡Hola!
Aida y Vane: ¡Felicidadeeees!
Yo: ¡Graaacias!
Aida: El regalo lo trae Patri.
Yo: Sentaos. ¿Qué queréis tomar?
Aida: Coca Cola.
Vane: Fanta de naranja.
Yo: ¿Y tú, Dani?
Dani: Lo mismo que la rubita.


Desde que entraron por la puerta, noté que entre Aida y Dani, iba a suceder algo especial. Y, por lo que pasó después, no estaba muy equivocada.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Capítulo 4 ~ Aburridas. . .

La televisión se encendió y en ella apareció Jorge Javier presentando Sálvame Deluxe. Ella nunca había visto ese programa y tampoco tenía mucho interés en él, así que cogió el mando y empezó a buscar algo interesante que ver. Como no lo encontró encendió el móvil para hablar por whatsapp.

Patri: ¡Hola! ¿Hay alguien?
Aida: ¡Sí!
Patri: Weee! Jajaja! Genial! Que taaal?
Aida: Pues bien y tú?
Patri: Aburrida… tienes algo que hacer?
Aida: Noop…
Patri: Te vienes a mi casa?
Aida: Guay! En 10 minutos estoy allí!

Patri dejó el móvil encima del sofá y se puso a recoger un poco la casa, que, como estaba sola, la tenía hecha un desastre. Ordenó el salón y recogió la cocina. Preparó un par de hamburguesas y algo para picar. Llamaron al timbre.

Aida: ¡Hola!
Patri: ¡Vaya! ¡Si que eres puntual!
Aida: ¡Jajajaja! ¡Es que me aburría mucho! ¡¿Has hecho hamburguesas?! ¡Qué rico!

Aida pasó corriendo al salón, donde Patri había dejado los dos platos con la comida.

Patri: Bueno Rubita… ¿Qué te cuentas?
Aida: Que no sé qué hacer… y que me aburro mucho en mi casa y por eso estoy aquí.
Patri: ¡Mírala que mona ella!
Aida: Oye, mañana es el cumple de María, ¿qué la compramos?
Patri: Ya tengo pensado algo… creo que le gustará
Aida: ¡Genial! ¿Lo has comprado ya?
Patri: Sí, lo compré por internet. Me debéis 9 euros cada una.
Aida: Vale, mañana te los doy.

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Coraima ya se había ido a casa. Parecía que estaba más tranquila. Sin embargo, algo pasaría al día siguiente, durante la fiesta de cumpleaños que alteraría todos los planes de la chica.  

martes, 22 de octubre de 2013

Capítulo 3 ~ Siempre estaré ahí

Carlos: ¿Esperas a alguien?
Yo: No, ¿y tú?
Carlos: ¡Qué va!
Yo: Voy a ver quién es…

Cuando Carlos abrió la puerta, escuché una voz que me resultaba familiar.

Carlos: ¡María! ¡Es para ti!

Me levanté y fui hacia la puerta. Era Coraima.

Yo: Hola Cora, ¿ha pasado algo?
Cora: ¿Puedo pasar, por favor?
Yo: Claro…

Fuimos al salón y nos sentamos. Cogí a Cora de las manos para intentar transmitirle confianza.

Yo: Cuéntame nena. Carlos, ¿nos puedes dejar solas?
Carlos: Vale, si necesitas algo ya sabes Cora…
Cora: Gracias Carlos…

Carlos se fue y cerró la puerta del salón.

Yo: A ver, dime, ¿qué ha pasado?
Cora: Lo he dejado con Sergio…
Yo: ¿Y eso? ¿Por qué?
Cora: Las cosas no iban demasiado bien… además creo que…
Yo: ¿Qué crees?
Cora: Creo que está con otra…

No sabía qué decir, así que hice lo que creía que tenía que hacer en ese duro momento. Abracé a Cora con todas mis fuerzas. Coraima lloraba como una magdalena.

Yo: No llores más pequeña.

Me separé de ella y le limpié las lágrimas con las manos.

Yo: Cora, si Sergio estaba con otra es porque no es el chico que te mereces, así que no derrames una sola lágrima más por él. Tú mereces a alguien mejor. Alguien que te haga feliz. Alguien que te quiera por encima de todas las cosas.
Cora: Gracias por todo, María.
Yo: No las des. Para esto estoy, ya sabes, siempre que quieras, Carlos te abrirá la puerta y yo estaré aquí esperándote.

En ese momento vibró mi móvil.

Cora: ¡Vaya! Qué solicitada estás, ¿no?
Yo: ¡Ya ves! ¡Jajaja! Es Blas, ¿qué querrá?

Capítulo 2 ~ Pizza de chocolate

Cuando llegué a casa, miré el móvil. ¡800 mensajes! ¡Pero cómo podía la gente tener tanto tiempo libre! Empecé a mirarlos: 500 de un grupo… 200 de otro… 99 de Patri… y 1 mensaje de un número que no conocía. Fui directamente a éste último.

Desconocido: Hola guapa J

Después de unos segundos decidí contestar, sentía curiosidad por saber quién era.

Yo: Hola J ¿Quién eres? Jajajaja
Desconocido: Soy Blas, el amigo de Carlos, él me ha dado tu número.
Yo: Ah! Vaale! Jajaja Y… ¿Qué querías?

Escribiendo… escribiendo… escribiendo… Odiaba esos momentos. ¡Por fin llegó el mensaje!

Blas: ¿Tienes planes para mañana por la noche?
Yo: Pues… sí, mañana celebro mi cumple, ¿por?
Blas: No, por nada… es igual.
Yo: Vale. Bueno me voy. Hablamos mañana, ¿vale?
Blas: ¡Claro! ¡Un beso guapa!

Dejé el móvil sobre la cama y me fui a cenar. No tenía mucha hambre, y además Carlos y yo estábamos solos en casa.

Carlos: ¿Y si pedimos una pizza?
Yo: ¡Vale! Jajaja ¿de qué la quieres?
Carlos: He visto que ahora hacen unas pizzas de masa de chocolate con chocolate fundido por encima. ¿Te apetece?
Yo: mmm… ¡vale! ¡Pero si no me gusta te la comes tú entera!
Carlos: No hay problema.

Carlos cogió el teléfono y llamó a la pizzería. En 30 minutos tendríamos la pizza en casa.

Carlos: ¡Oye María!
Yo: ¡Dime!
Carlos: Que mañana por la noche vienen mis amigos a casa a ver una peli, ¿vale?
Yo: ¡¿Mañana?!
Carlos: Sí, mañana, ¿algún problema?
Yo: ¡Que mañana es mi cumpleaños y lo voy a celebrar aquí con mis amigas!
Carlos: Bueno, pero nosotros no molestamos.
Yo: Bueno… ¡pero el salón es para nosotras!
Carlos: ¿Y dónde vemos la peli, lista?
Yo: Búscate la vida, pero yo me pido el salón.
Carlos: ¡Agh! ¡Tener hermanas para esto!
Yo: ¡Yo también te quiero hermanito! Jajajaja

¡Ding-Dong! Sonó el timbre.

Carlos: ¡Voy yo!
Yo: ¡Guay! No pensaba moverme!
Carlos: Vaga…

Mi hermano abrió la puerta. Pagó al repartidor y cogió la caja con la pizza. Nos la comimos en menos de 10 minutos.

Yo: Pues al final ha sido buena idea lo de la pizza de chocolate
Carlos: Yo siempre tengo buenas ideas  (^.^)
Yo: Creído…


Volvieron a llamar al timbre, pero ésta vez no era ningún repartidor de pizza… 

lunes, 21 de octubre de 2013

Capítulo 1 ~ En el McDonald's

Entramos en el McDonald’s. Hacía bastante frío pero, aún así, Patri y yo íbamos en manga corta. Pedimos dos McFlurry de oreo con chocolate y nos sentamos en una de las pocas mesas que quedaban libres.

Yo: ¿Y qué? ¿Qué va a pasar contigo y con mi hermano?
Patri: No lo sé… la verdad es que no estamos acabando demasiado bien…
Yo: Pues vaya… es una pena… me hacía ilusión tenerte como cuñada.
Patri: Ya… a mí también me hacía ilusión, pero bueno, no puede ser…
Yo: Algo se podrá hacer, ya verás como sí.
Patri: No creo, ni lo intentes. Básicamente él pasa de mí y yo paso de él. Sencillamente nos ignoramos.

Miré hacia la puerta. Alguien acababa de entrar. Me dijo hola con la mano. Era mi hermano.

Yo: Voy a saludar a mi hermano, ¿vale?
Patri: Vale, yo te espero aquí.

Me levanté y me acerqué a Carlos.

Yo: ¡Holi!
Carlos: ¿Qué haces con Patri?
Yo: Es mi amiga, Carlos, aunque tú ya no salgas con ella.
Carlos: Vale, vale… Bueno, ¿y qué tal?
Yo: ¡Pues bien! Veo que has cambiado de amigos. ¡Si es que no me cuentas nada!
Carlos: ¡Jajajaja! Sí. Verás, estos son Blas, David, Dani y Álvaro. Chicos, ésta es María, mi hermana.
Yo: ¡Encantada chicos!

El chico al que Carlos me había presentado como Blas se acercó y me dio dos besos. Los demás se limitaron a sonreír.

Blas: Igualmente guapa.
Yo: Bu… bueno, me voy con Patri, ya nos veremos, jajaja

Volví a la mesa donde me había con mi amiga.

Patri: ¡Madre mía! ¡Cómo te ha mirado!
Yo: ¿Quién?
Patri: Ese chico, el amigo de Carlos (dijo señalando a Blas)
Yo: ¿Blas? ¡Qué va! ¡Anda de comer helado que se te está subiendo a la cabeza!

Reímos. La gente se nos quedó mirando muy raro, pero ya no nos importaba lo que pensaran los demás. Habíamos llegado a la conclusión de que simplemente éramos especiales. Por eso nos hacíamos llamar las Teletabis.
Terminamos los helados, recogimos las cosas y nos fuimos. Cuando salimos, Carlos miró a Patri de forma nostálgica.